lunes, 21 de abril de 2008

De obispo a presidente

Otro gobierno de izquierda llega a Sudamérica. El ex obispo Fernando Lugo es el nuevo presidente de Paraguay.

Las encuestas fueron confirmadas, el obispo que había renunciado al departamento de San Pedro en 2005 tras expresar su inconformidad con las necesidades de una población cada vez más pobre y desplazada, fue el elegido ayer en Paraguay como el nuevo sucesor del presidente Nicanor Duarte Frutos, quien se mostró derrotado al ver que la hegemonía “colorada” se desvanecía lentamente.

El partido colorado y sus 61 años de régimen unipartidista, al igual que los 35 años de dictadura militar de Alfredo Stroessner comprenden actualmente un hecho histórico para Paraguay, luego de la pérdida sufrida ayer con la elección de Lugo.

Actualmente Paraguay se suma a lista de los países gobernados por la izquierda o centro izquierda, como Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, Venezuela y Ecuador en Sudamérica, aunque Lugo ha sostenido que no le gustan las comparaciones ideológicas que le han hecho al decir que, “No soy de izquierda ni de derecha. Estoy ubicado en el centro”. “Muchos usamos últimamente la palabra 'izquierda' en América Latina. Pero Paraguay no caerá en la polarización, sino que mantendrá el justo equilibrio”, señaló hace pocos días en el cierre de la campaña de su partido, la Alianza Patriótica por el Cambio (APC).

En Paraguay muchos aún no tienen claro el perfil real del nuevo presidente de ese país, algunos lo ven como el “santo” que viene a cumplir con las funciones de obispo, repartiendo comida a los pobres y velando por sus derechos, mientras otros, en cambio, lo perfilan como un integrante de un grupo extremista y revolucionario, e incluso lo han señalado de haber estado implicado en el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, la hija del presidente Raúl Cubas.

Los nexos de Lugo

Los paraguayos conocieron algo de las Farc cuando en 2005 el cuerpo de la hija del ex presidente, Raúl Cubas (1998-1999) fuera hallado en Asunción luego de 5 meses de estar secuestrada. Investigaciones revelaron que la guerrilla colombiana estaba implicada en el hecho, luego de que ésta estuviera entrenando a grupos al margen de la ley en Paraguay, tanto para el manejo de explosivos y asesoramiento en materia de secuestro.

El presidente Nicanor Duarte aseguró en una visita a Colombia en 2005 que las Farc estaban operando en Paraguay, afirmando que no existían nexos con grupos políticos de izquierda sino con delincuentes dentro de su país. Sin embargo, la polémica volvió a suscitar en las campañas electores pasadas de Paraguay, luego de que la oposición de ese país acusara al nuevo presidente Fernando Lugo de tener nexos con las Farc al atribuirle haber estar implicado en el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas.

En campaña, Lugo ha negado alguna relación con las Farc e incluso ha respondido a las acusaciones de Carmen Villaba, señalada por el gobierno paraguayo como contacto de las Farc, quien aseguró que Fernando Lugo mantiene nexos con un grupo guerrillero en Paraguay a lo que éste respondió que era un “plan poco imaginativo” de difamación.

De igual manera, siendo que es políticamente más favorable el no tener ningún tipo de relación estratégica con los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, Lugo lo ha negado en reiteradas ocasiones insistiendo en que gobernará con la “ayuda de todos y para todos” incluida la oposición. No obstante, las simpatías hacia Lugo por parte de la izquierda bolivariana son públicas y las campañas electores en Paraguay han estado minadas por aspectos y temas extranjeros.

La figura del presidente Hugo Chávez se hizo presente hasta en carteles de propaganda política que buscaban destacar la vinculación entre Lugo y los presidentes de Venezuela y Bolivia, quienes reaccionaron negando cualquier vínculo con el nuevo presidente y además rechazaron oficialmente la comparación con la palabra “conflicto” usada en los carteles de Lino Oviedo.

Solamente dentro de un mes, cuando el ex obispo reciba el nombramiento y comience su función de gobernar, los paraguayos sabrán entonces, quién es y cómo será su nuevo sistema de gobierno. Aunque no será nada fácil ya que heredará un país donde 5 de cada 10 paraguayos no saben leer ni escribir, el 13 por ciento de la población es desempleada y el 42 por ciento vive en la pobreza.

domingo, 13 de abril de 2008

Expectativa paraguaya

Un sacerdote que dejó los hábitos, un ex general golpista y una mujer del partido político que ha gobernado por casi 60 años en Paraguay se enfrentarán en las próximas elecciones presidenciales de ese país.

Este próximo 20 de abril los paraguayos conocerán el nombre del futuro presidente que los gobernará por un período de 5 años y que según la actual constitución no tiene posibilidad de reelección.

Estas elecciones tendrán un ingrediente particular luego de producirse posiblemente por primera vez la derrota, y consecuentemente la salida, del Partido Colorado, el cual ha gobernado por casi 60 años en ese país, luego de que las encuestas revelarán que el ex obispo Fernando Lugo, candidato presidencial de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) se postula como el favorito para ganar las elecciones en ese país.

Al parecer, los esfuerzos e intenciones de mantener a su partido en el poder del actual presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, luego de tener el propósito de reelegirse por medio de una reforma constitucional, lo cual no le fue permitido y luego, ofreciera su apoyo incondicional por Blanca Ovelar, candidata del Partido Colorado, quien se convertiría en la persona que respondería sus intereses más directos, no le han funcionado y sí, por el contrario, han ayudado a aumentar la popularidad de Fernando Lugo, candidato del partido opositor.

Y aunque el general Lino Oviedo, candidato del partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos, originario del Partido Colorado, quien en septiembre del año pasado saliera de la cárcel para ofrecer su candidatura oficial, luego de que la justicia militar concluyera su condena de sublevación contra el presidente Juan Carlos Wasmosy en abril de 1996, y quien en anteriores elecciones había tenido buenos resultados, actualmente no cuenta, según las encuestas, con los suficientes votos para derrotar al ex sacerdote, Fernando Lugo.

Sin embargo, algunos analistas políticos aseguran que el clima electoral en Paraguay no es el mejor, al parecer, no muchos confían en que el proceso no traspase por alteraciones y ni que el resultado electoral sea la respuesta de una voluntad popular.

Lugo, quien encabeza las encuestas, no niega su cercanía con el presidente Hugo Chávez, al igual que la ideología que comparte, tanto con el presidente venezolano como con el presidente boliviano, Evo Morales, sobre la necesidad de ejercer un control estatal en las fuentes de energía y su radicalismo anti-brasileño, lo cual traería importantes complicaciones al interés de liderazgo en la región del presidente de Brasil, Lula Da Silva.

El éxito a la presidencia del ex-obispo Fernando Lugo se ha basado en su actitud populista, imagen de cambio y el nacionalismo paraguayo el cual ha difundido gracias al discurso electoral que ha manejado por medio de su campaña.

La propaganda electoral entre los partidos políticos de Paraguay ha sobresalido por los descalificativos y los duros ataques que han surgido entre sus oponentes.

Fernando Lugo, ha aparecido en afiches del Partido Colorado en uniforme camuflado y con el calificativo de “embajador en Paraguay de las FARC”. De igual manera, el partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos del candidato Lino Oviedo, divulgó un afiche en su campaña donde aparecía una fotografía de Evo Morales junto a la de Hugo Chávez y en el centro otra fotografía de Fernando Lugo bajo el título de “conflicto” mientras que en el otro extremo aparecía una foto del candidato Lino Oviedo junto a la presidente de Argentina Cristina Fernández y Lula Da Silva, presidente de Brasil, que decía “negociación”.

Mientras tanto, Lugo aparece dividendo a la sociedad paraguaya entre ricos y pobres con "un ellos" (los ricos/"la mafia colorada") y "un nosotros" (el pueblo/los pobres), lo que al parecer, ha aumentado su popularidad entre las masas. Al referirse también a que "nuestro compromiso es con el pueblo, con los más necesitados, con los excluidos, con los rechazados”.

Para Paraguay esta es una de las más inquietantes elecciones de toda su historia, aún no se sabe cual será el adversario del ex obispo de San Pedro, Fernando Lugo, que hasta ahora está al frente de todas las encuestas. Sin embargo, tanto Blanca como Oviedo podrían sorprender a los paraguayos y hasta el mismo Lugo, pues la preferencia de éste hacia la popularidad no le favorece mucho, pues podría verse como un reflejo del gobierno venezolano que no ha sido propiamente el mejor.

De igual manera, el escenario que demuestra a la candidata oficial, como favorita del actual presidente, podría afectar la transparencia en el proceso, luego de que el deseo gubernamental llegara a inclinarse a favor de la candidata oficial.

domingo, 6 de abril de 2008

Una ofensiva en el exilio

El gobierno de India instó al Dalai Lama a evitar actividades que dañen su relación con China. Tibetanos piden se haga una investigación para limpiar la imagen de su líder.

A 49 años de exilio más de 120 mil tibetanos se encuentran confinados en la India, luego de que su comunidad fuera silenciada por la dominación china en 1959 cuando su líder, el Dalai Lama huyera de ese país. Hoy los tibetanos aprovechan el marco de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, para recordarle al mundo su causa y el exilio al que fueron sometidos.

Una pancarta escrita por los exiliados del Tibet en la India hace unos pocas semanas decía, “China, asesina de tibetanos, no merece organizar los Juegos porque no cumple con su ética”, en medio de una huelga de hambre en la que adultos, jóvenes y niños tibetanos piden ser escuchados ante el mundo en turnos de 24 horas.

El ministro indio de Asuntos Exteriores, Pranab Mukherjee se manifestó luego de que el gobierno chino señaló al Dalai Lama como único responsable de incitar a la rebeldía y la violencia en Tíbet en contra del gobierno chino. Pidió al líder espiritual tibetano ante la prensa local que se abstenga de realizar actividades políticas que dañen sus relaciones con China.

En un reciente comunicado el Dalai Lama pidió a la comunidad internacional el “apoyo continuado” para acabar con la crisis del Tíbet y a las “medidas represivas” que a según él, ha implantado el gobierno de china contra manifestantes tibetanos en el territorio a pesar de las acusaciones en su contra por parte del gobierno chino.

Este martes, el gobierno de China acusó al Dalai Lama de hacer “escuadras suicidas para lanzar ataques violentos contra objetivos chinos”, según la prensa local, luego de afirmar que posee evidencias sobre la responsabilidad de los grupos que el líder espiritual dirige en los disturbios en Lhasa.

En el comunicado del Dalai Lama éste asegura que “las autoridades chinas han desplegado grandes contingentes de tropas en las regiones tradicionales tibetanas y han reprimido duramente a los tibetanos supuestamente implicados en los disturbios, además de sellar las áreas de las protestas”.
Varios expertos y analistas han asegurado que el mensaje no está tanto dirigido al Dalai Lama como a China, luego de que los manifestantes tibetanos asaltaran la embajada china en Nueva Delhi, lo que provocó por parte de Beijing el reclamo al embajador indio para expresarle su enfado con lo ocurrido. La preocupación del gobierno de India se hizo evidente, luego de estar intentando reforzar sus relaciones con China desde la época de la guerra fronteriza en 1962.

Aunque el Dalai Lama es venerado por casi la población total de los tibetanos y personifica su unidad desde la dominación china, existe una parte que desea una salida más substancial: la independencia total de Tíbet, y “no el “camino intermedio” o la verdadera autonomía dentro de China que el líder proclama”, según BBC Mundo.

Ante las acusaciones por parte del gobierno chino en contra del Dalai Lama y que se han publicado en los medios de comunicación, muchos seguidores del líder, aseguran que “su Santidad es la personificación del espíritu y unidad de nuestro pueblo: es el jefe del Estado, el líder religioso y, para muchos, incluso la reencarnación de Buda, o sea Dios”, dijo para BBC Mundo, Dorjee Dewatshang, un parlamentario en el exilio.

Aunque el Dalai Lama sea tan venerado dentro de la comunidad tibetana y sea, de igual manera, un líder ante todo, éste repite, según BBC Mundo que, “yo soy un simple monje, ni más, ni menos” y según sus allegados actúa como tal.

Sin embargo, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Jiang Yu, hizo declaraciones el pasado martes en una rueda prensa sobre una carta que el Dalai Lama había escrito a todos los ciudadanos chinos en el mundo, asegurando, según Jiang, que quería mantener consultas con el gobierno central, mientras incitaba a los disturbios sociales tratando de desorganizar los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 dañando gravemente la base para los contactos y consultas, de acuerdo con la portavoz.

El Dalai Lama negó ser el líder de los disturbios y aseguró que renunciaría al gobierno en el exilio si la violencia empeora. Cosa que no aceptarían sus seguidores ya que en repetidas ocasiones éste se ha proclamado en semijubilación y los tibetanos no lo han aceptado. “Será siempre nuestro líder”, aseguró una portavoz del Parlamento en el exilio, Dolma La para un medio de comunicación.

A pesar de las arremetidas acusaciones en contra del Líder y del descontento del gobierno Indio en contra de éste, el Dalai Lama ora por todo el mundo incluyendo la comunidad china y les ruega a los tibetanos que aprendan las lenguas chinas para que algún día “hablen y no peleen con ellos”, cuenta uno de sus colaboradores, Tenzin Tackhla, para un especial de un medio escrito sobre el líder tibetano.

El sueño de nación y un premio nobel de la Paz por su búsqueda de autonomía en Tíbet y su oposición al uso de la violencia para ello, tienen una visión clara: contarle al mundo su verdad, en medio de una celebración de unos juegos olímpicos. Aunque, sigan siendo juzgados y censurados a favor de una espera en el exilio: cruzar de nuevo los Himalayas.